Hija de Humo y Hueso. Introducción

Nos adentramos con este libro en un laberinto de emociones y sentimientos desde el principio hasta el final. Laini ha creado un mundo totalmente fantástico en el que los seres más grotescos y que siempre hemos tomado como oscuros y malvados, no lo son tanto. Karou tiene diecisiete años y aparenta ser una chica normal y corriente, aunque no hay nada en ella que pueda llamarse normal. Desde pequeña ha sido criada por una familia de quimeras, que para los que no lo sepáis son criaturas con diferentes rasgos de animales (cabeza de cabra y cuerpo de oso, cola de caballo y garras de lobo, ...)Karou siempre ha tenido que fingir ante los demás que lleva una vida normal y por ello nunca ha tenido muchos amigos ni personas con las que confiar. Ahora por fin tiene a una, Zuzana, el único problema es que no le puede contar nada y siempre se tiene que inventar excusas que acaban con la paciencia de la amiga. Y es que Karou tiene que hacer los recados que le manda Brimstone, la quimera que la ha criado como si fuera su padre.
Cuando este la reclama, debe presentarse en la tienda mágica que se encuentra escondida a los ojos de los humanos, y a la que solo pueden acceder ciertos privilegiados, para recoger los encargos que le piden, que suelen ser de dientes. Aunque parezca extraño, Brimstone se dedica a recolectar dientes, y los tiene de todas clases: desde dientes de caimán, pasando por los de rata, y llegando a dientes de humanos. Pero Karou no sabe para qué los utiliza, es más todo lo que tiene que ver con la tienda es para ella un misterio, pese a haberse criado en ella. Karou debe ir a los distintos lugares del mundo a recoger los dientes que le llevan a Brimstone, y esto lo hace gracias a la maravillosa puerta de la tienda, que te puede llevar a los diferentes portales de acceso que tiene esparcidos por el mundo. Pero algo está empezando a cambiar y los portales están siendo marcados y sellados por los ángeles.

Estos siempre han mantenido una guerra abierta contra las quimeras y ahora tienen un nuevo plan para acabar con ellas. Aunque claro, todo esto Karou lo desconoce y lo va descubriendo poco a poco, justo cuando los portales se han cerrado y ya no hay manera de volver a comunicarse con su familia quimera. Para Karou, su vida no es fácil y ahora mucho menos; además está viéndose perseguida por un ángel, gracias al cual descubre que sus extraños tatuajes en forma de ojos tienen algún significado y que son una gran protección contra estos seres alados.